Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.
Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.
Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.
Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
No se quien lo escribió, pero me enamoré.
8 comentarios:
Te enamoraste de Borges. ¡Pavada de novio te echaste!
Es HER-MO-SO.
Hermoso el poema, ojo.
Tu novio es feo.
que lindoooo me encanto lo ultimo
debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.
Bahh contra ese no se puede competir, no solo es ciego sino que está muerto, imposible ganarle en nada. Encima era, literariamente hablando, un hijo de puta, debería estar prohibido que la gente escriba tan bien ¿qué queda para los meros mortales?
qué maravilla...
es imprecionante
o con s...sorry
Buen soneto. con un impecable final.
Un abrazo.
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