Déjame que esparza
Manzanas en tu sexo
Néctares de mango
Carne de fresas;
Tu cuerpo son todas las frutas.
Te abrazo y corren las mandarinas;
Te beso y todas las uvas sueltan
El vino oculto de su corazón
Sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
El zumo dulce de las naranjas
Y en tus piernas el promegranate
Esconde sus semillas incitantes.
Déjame que coseche los frutos de agua
Que sudan en tus poros:
Mi hombre de limones y duraznos,
Dame a beber fuentes de melocotones y bananos
Racimos de cerezas.
Tu cuerpo es el paraíso perdido
Del que nunca jamás ningún Dios
Podrá expulsarme.
Gioconda Belli
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